El frío industrial llega a nuevos mercados y frena el alza del paro
4 de abril de 2014

El sector del frío industrial de Lucena está resistiendo los impactos de la crisis y se ha convertido en la columna vertebral de la economía local, a la que aporta unos mil empleos. Ello supone un balón de oxígeno en una ciudad en la que la cifra de parados no baja de las cinco mil personas desde hace varios años, pese a la leve caída de los últimos meses, motivada en buena medida por el saldo positivo que laboralmente origina la campaña de recogida de la aceituna.

La caída de los mercados interiores, ante la bajada en picado de consumo que se ha cebado con la economía española en general, se ha visto compensada con el fuerte incremento de las exportaciones en este gremio.

Gracias a ello, el frío industrial se consolida como eje de la economía lucentina, en la que ha tenido un crecimiento imparable desde que se puso en marcha el complejo industrial. Precisamente varias de las personas que iniciaron sus pasos profesionales en el mencionado complejo están al frente en la actualidad de algunas de las firmas más representativas del sector. Entre las industrias más importantes están Infrico, Coreco, Docriluc, Impafri, Fagor, Intarcon, Nacfri, FM, HR, Eratos, Avanted o Inhospan. La facturación se encuentra en torno a los 100 millones de euros globalizando la Lucena frigorista como fabricante. Esta cifra se divide casi al 50% entre los mercados extranjeros y el nacional, en el que las empresas lucentinas tienen una cuota de participación de más de 70%.

Una de las bases del éxito de este gremio ha sido su apuesta por la exportación, tanto en el conjunto de la Unión Europea como la Europa del Este, Centroamérica y Sudamérica, debido fundamentalmente a las barreras arancelarias, si bien los empresarios señalan que es preciso que se eliminen algunas de ellas sin las que las exportaciones podrían duplicarse.

Por parte de este gremio lucentino se considera clave el relanzamiento del parque empresarial de Los Baños, donde se había proyectado el Centro Tecnológico del Frío. Dicho equipamiento estaría situado cerca de la aldea lucentina de Las Navas del Selpillar, donde tiene destinada una superficie de cerca de un millón de metros cuadrados. Este área puede dar acogida a empresas de sectores como el frío industrial, nuevas tecnologías y energías alternativas.

Por parte de los empresarios se tiene realmente muy claro que junto a la potenciación de los mercados exteriores, otra de las claves para el futuro del sector vendrá de la mano del fomento de la investigación y desarrollo que permita que el gremio siga estando en plena vanguardia tecnológica a nivel mundial y siendo por ello un referente en la materia.

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